¡Miremos…! Miremos.
De.- J.M. Ojeda
Asombra, que los poderes malformados de capitalismos corporativos, aun sean mantenidos y aupados por nuestros “Gobernantes” a sabiendas que es un error de sistema, amparando por ello la deslealtad de estado.
Poniendo en tela de juicio la querencia del pueblo y sus derechos sociales. Desmantelando las mejoras y logros conseguidos a la clase trabajadora.
Se disfraza el ejecutor de turno de puritanismo coloquial, dando, mandando y requiriendo mensajes de sagrada espiritualidad “cristiana” ante los pueblos. Cuando la realidad es que con risa burlona y mano izquierda disfruta del momento, en que con su derecha clava el puñal en el inocente.
No se puede consentir que el salvaje capitalismo, controle el mercado y deje moneda de doble cara, a su paso.
Los pueblos quieren un cambio digno, con miras de futuro, donde desaparezca la competitividad manipulada y sufragada por el ruin neoliberalismo.
Producto y beneficio a costa del sufrimiento de la miseria de los pueblo, ¡Esa…! es la competitividad activada a sus ejecutivos por los grandes mercaderes, aquellos que buscan la mano de obra barata, en los necesitados del mundo, dando marca, a sus productos, en las grandes campañas publicitarias…
¿Qué nos está pasando?
¿Será que nos tienen cogidos en un laberíntico y programado consumismo?
Desproporcionado pasotismo a nivel individual.
Miremos nuestros alrededores, funcionales.
Miremos que le dejaremos a los hijos, de nuestros hijos…
¡Miremos…!
De.- J.M. Ojeda
Asombra, que los poderes malformados de capitalismos corporativos, aun sean mantenidos y aupados por nuestros “Gobernantes” a sabiendas que es un error de sistema, amparando por ello la deslealtad de estado.
Poniendo en tela de juicio la querencia del pueblo y sus derechos sociales. Desmantelando las mejoras y logros conseguidos a la clase trabajadora.
Se disfraza el ejecutor de turno de puritanismo coloquial, dando, mandando y requiriendo mensajes de sagrada espiritualidad “cristiana” ante los pueblos. Cuando la realidad es que con risa burlona y mano izquierda disfruta del momento, en que con su derecha clava el puñal en el inocente.
No se puede consentir que el salvaje capitalismo, controle el mercado y deje moneda de doble cara, a su paso.
Los pueblos quieren un cambio digno, con miras de futuro, donde desaparezca la competitividad manipulada y sufragada por el ruin neoliberalismo.
Producto y beneficio a costa del sufrimiento de la miseria de los pueblo, ¡Esa…! es la competitividad activada a sus ejecutivos por los grandes mercaderes, aquellos que buscan la mano de obra barata, en los necesitados del mundo, dando marca, a sus productos, en las grandes campañas publicitarias…
¿Qué nos está pasando?
¿Será que nos tienen cogidos en un laberíntico y programado consumismo?
Desproporcionado pasotismo a nivel individual.
Miremos nuestros alrededores, funcionales.
Miremos que le dejaremos a los hijos, de nuestros hijos…
¡Miremos…!
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