miércoles, 29 de diciembre de 2010

5 Quejas de las nueras sobre las suegras

NUESTROS HIJOS Y NIETOS

5 quejas de las nueras sobre las suegras

Las relaciones entre suegra y nuera no son siempre fáciles. En ellas se mezclan sentimientos encontrados vividos de forma intensa y que, además, giran siempre alrededor de un único personaje, el hijo-marido, que debe actuar como mediador entre ambas.

1. «Mi suegra aparece siempre sin avisar»
Es un comportamiento que denota problemas para mantener los límites, tan necesarios para una buena convivencia. Sin duda, una suegra con esa actitud tiene dificultades para separarse de su hijo o hija. La mejor solución es establecer –del modo más amable posible– pautas para las visitas. La relación puede ser mucho más fluida si se establece la norma mutua de telefonear antes de visitar y de marcar días específicos para ello.

2. 
«Mi suegra quiere saber el precio de todo lo que compro (incluso del papel higiénico)»
La curiosidad llevada al extremo conlleva un deseo de control de la vida del hijo o hija que, en cierto modo, puede ayudar a paliar el 
dolor del alejamiento, pero supone una intromisión inadecuada e inoportuna. Por supuesto, la nuera no tiene por qué responder a preguntas acerca de la gestión de su casa, si ello no afecta a la vida de la suegra, y ésta no debe molestarse por ello.

3. 
«Mi suegra me dice enseguida que le pase a su hijo (o hija) cuando respondo al teléfono»
Este tipo de actitud puede indicar tanto falta de tacto por parte de la suegra como temor de que no cuenta con el aprecio de su nuera o yerno y que éstos no desean hablar con ella. Independientemente de lo profundo de la relación afectiva, en las familias deberían funcionar las mismas reglas que en las relaciones sociales y no parece muy adecuado preguntar rápidamente por otra persona, sin interesarse por la que ha respondido al teléfono.

4. 
«Mi suegra hace preguntas sobre mí a mis hijos»
Es un comportamiento poco digno, innecesario e imprudente... pero muy común. Sobre todo, es una falta de delicadeza para con los niños, a los que se pone en una situación muy comprometida. Si realmente hay algo que preocupa sinceramente a una suegra, lo mejor es que pregunte directa y amablemente a los hijos. En cuanto al yerno y la nuera, lo mejor es que aclaren la situación, expresando que, como padres, están en contra de que se involucre a los niños en ese tipo de cuestiones. Desde luego, es necesaria mucha diplomacia.

5. 
«Mi suegra comenta por ahí nuestras discusiones de pareja»
Es una situación poco afortunada que puede deteriorar seriamente la relación no solo entre suegra e hijo/a político, sino con el propio hijo o hija. Para no caer en la tentación, las suegras deberían tener siempre en cuenta su prioridad: mantener una buena relación afectiva con su hijo y comprender que ello incluye siempre a su
cónyuge. Una nuera o yerno pueden solucionar la situación yendo directamente al grano: «Estoy muy interesada/o en mantener una excelente relación contigo, y eres una persona muy importante en nuestra vida, pero es muy importante que nuestras discusiones se mantengan en el plano privado».


Paz Hernández

2 comentarios:

Trini Reina dijo...

Pues tras leer esto, deduzco que yo no soy una suegra "al uso". Me doy de besos por ser una suegra cómplice de mi nuera y yerno; vamos, una suegra pasota:):)
Es que si, lo único que deseo en la vida es serenidad, a qué leches voy andar de gresca con él-ella. Para discutir ya tengo a mis propios hijos.

Besos y un muy feliz 2011.

elrincondeloles dijo...

Totalmente de acuerdo Trini, pero quizás es que hemos tenido suerte con él/ella.

Feliz año para todos